En la presentación del libro NO LE CUENTES CUENTOS. Cuento sobre sexualidad para leer en familia con niños y niñas a partir de 3 años, podemos leer:
Todo el texto es fruto de dos cabezas, cuatro manos y un ordenador. Y aunque entre los dos autores hay una diferencia de 35 años, ambos hemos puesto el mismo empeño: hacer que lo sexual no sea un secreto y que sea algo de lo que se pueda hablar y, sobre todo, algo de lo que se pueda hablar en las familias. Por eso nos hemos limitado a hacer lo que proponemos: a hablar de sexualidad en familia, incorporar aportaciones y a contar, después, lo que sabemos. Por cierto, muchas de esas aportaciones son de quien aparece en los agradecimientos. Para que el cuento sirva para hablar os animamos a que, además de leer los textos y leerlos en voz alta, utilicéis las preguntas que aparecen en cada página, para que así el diá- logo vaya en la doble dirección. Tan importante es que hijos e hijas aprendan a escuchar como que aprendan a que se les escucha. Las ilustraciones también permiten hablar de muchos temas e incluso jugar con ellas (por ejemplo ayudando al espermatozoide a llegar hasta el óvulo) No hace falta ser un gran experto para intuir que los diálogos son mejor que los monólogos. Aunque tampoco se puede olvidar que, para llegar al diálogo, hay que ir poco a poco y que se empieza hablando. Al final, cuando acaban las ilustraciones, el cuento continúa para la persona adulta. Aunque quizás lo más adecuado sea leer todo eso al principio, antes de ponerse con el niño o con la niña a hablar de sexualidad y reproducción. En esos comentarios queremos aportar pistas sobre cada una de las páginas, con pequeñas claves que tratan de explicar lo que aparece en cada uno de los puntos y algún consejo para que seamos capaces de ampliar la información que aparece en el texto principal. Por último, queremos acabar esta presentación dedicando unas letras a las ilustraciones. Cada una de ellas tiene vida propia y valdrían por sí solas para explicar todo lo que sabemos sobre sexualidad y reproducción. Después de verlas es muy fácil entender porque se dice que “una imagen vale más que mil palabras”.
Deja una respuesta