Muchas veces escuchamos que el comportamiento de los alumnos nos quita mucho tiempo de trabajo en el aula. Tenemos que recordar constantemente las normas, hablar sobre problemas en los pasillos, patios u otros espacios. ¿Es realmente una pérdida de tiempo tratar estos problemas? ¿Cómo podemos ayudar a nuestros alumnos para que regulen el comportamento? ¿Qué puedo hacer yo para mejorar esta situcación? Aquí algunas ideas de gestión del aula para atraer a los alumnos a un comportamiento más educado.(Adaptadas de Tom McIntyre en www.BehaviorAdvisor.com)
1º Sustituir el tú por el yo.
Cuando ves una conducta inadecuada en un alumno o grupo de alumnos, lo que te sale muchas veces es acusar diciendo: ¿Por qué estás hablando? ¿Por qué le has pegado? ¡Deja de molestar! ¡Escucha!
Este tipo de frases suenan acusadoras en los oídos de nuestros alumnos y no ayudan a cambiar su conducat. Si quieremos un cambio en su actitud el punto de vista debe cambiar tambión. Dar información al alumno sobre lo qué está bien hecho y lo que te gustaría observar. Así por ejemplo,
EN LUGAR DE:
¿Por qué estáis hablando ? Lo sustituimos por lo que esperamos.
Estoy decepcionada con lo que estoy viendo en el aula, no espero ver esa falta de respeto en este curso , ya estamos en 1º de Primaria.
O utilizar el plural al hablar, por ejemplo; «todos tenemos que estar en silencio para que podamos escuchar la explicación de nuestro compañero de clase»
Más ejemplos en el que cambiamos la palabra tú por yo o nosotros.
EN LUGAR DE:
«No estabas escuchando, no vas a saber hacer bien la tarea», podemos usar «Quiero que escuchéis muy atentos para poder hacer bien la tarea!
EN LUGAR DE:
«Si vuelves a decir una palabrota te mandaré al despacho del director» podemos decir «Necesito escuchar sólo palabras apropiadas el resto de la mañana. Seguro que nuestra directora se sentirá orgullosa de tener un centro con alumnos tan bien educados.» o «A todos nos gusta escuchar palabras bonitas, vamos a ver de qué manera podemos decir las cosas lo más educadamente posible «.
Las frases dichas de esta forma son menos conflictivos y acusadoras. Las posibilidades de obtener el cumplimiento y la cooperación aumentan. La formulación inicialmente puede ser un poco engorrosa, pero se vuelve más fácil con la práctica. Si no te sale de forma natural prueba a hacer un esfuerzo consciente para mejorar nuestras instrucciones verbales a los niños, seguro que lo consigues.
Cuando tenemos que llamar la atención de un alumno concreto y consideramos que necesitamos ser más directivos, puede ser necesario especificar el alumno, utiliza su nombre para ello precedido del por favor. La manera de decirlo, el tono de voz, el gesto, la actitud es importante, así que intenta que sea respetuosa.
Otro tema importante es hablar de nuestros sentimientos.
Si quieremos educar en las emociones, es importante hablar de ellas. Expresa a tus alumnos cómo te sientes ante sus conductas. En ocasiones las hacemos cuando son negativas pero no olvides todos los momentos en los que sientes cuando algún alumno o grupo de alumnos tiene un comportamiento adecuado. Remarca esos momentos buenos para que sean capaces de repetirlo en otro momento.
EN LUGAR DE:
«¿Por qué no estáis trabajando? ¿Cuándo piensas abrir tu libreta? ¡Así no vas a aprender nada!»
TRATAR:
Puedes decir: «Me pongo impaciente cuando veo que no nos va a dar tiempo a terminar la tarea, falta solo una hora para ir a casa y aún nos queda mucho. He preparado esta tarea con mucha emoción porque es un tema importante. Me encanta cuando trabajáis concentrados en lo que estáis haciendo y seguro que podeís hacerlo ahora, ¿estáis preparados?».
EN LUGAR DE:
«¿Cómo podéis se tan malos, es muy cruel burlándose de alguien que tartamudea?»
TRATAR DE DECIR:
«Me molesta ver alumnos en nuestro grupo se creen graciosos hiriendo los sentimientos de otro alumno. Espero que nuestra clase trate a todos sus miembros con respeto, porque así es como nos gusta que nos traten a nosotros mismos»
LA PALABRA «OTRA VEZ»
¿Cuántas veces utilizamos la palabra «otra vez»?
- Juan, ¡siéntate en la silla! ¿Te lo tengo que decir otra vez?
- ¿Otra vez estás molestando a Julia?
- Cómo no, ¡tenías que ser tú otra vez!
- Has vuelto a equivocarte.
- ¿Se ha vuelto a caer el estuche? No me lo puedo creer. Van tres veces hoy.
- Otro día más sin hacer los deberes. Así no vas a aprobar.
- Cómo no, María no está sentada.
- Pedro, ¿por qué siempre se te olvidan los libros?
- Como siempre, el payaso del grupo está actuando.
- Ya me extrañaba que estuvieras prestando atención.
Vamos a intentar cambiar este tipo de frases por otras menos acusadoras. Este tipo de frases únicamente refuerzan al alumno lo mal que hace las cosas y cuántas veces lo hace. El alumno no espera que nadie crea que pude hacerlo mejor.
Al principio puede ser que no nos salgan de forma muy natural y tengamos que pensar en nuestras respuetas pero, la práctica hace la perfección.
EVITAR DECIR LA PALABRA NO
Muchas veces utilizamos la palabra no para dar instrucciones, no gritar, no correr, no molestar, no se pega, no se grita … Cuando estás diciendo el No , no das al alumno un ejemplo de lo que esperas de ellos con lo cual no es fácil que ocurra. El comportamiento es una asignatura más a enseñar, si no enseñas al alumno a tener un comportamiento adecuado posiblemente no lo tendrá.
Decirle a los niños, podéis bajar al patio pero nó corrais, expresa que lo que esperas de ellos es que corran así que estás avirtiendole de lo que no quieres que pase porque imaginas que ocurrirá.
Hoy en día, como adultos, no nos gusta cuando alguien nos regaña. Tampoco nos gustaba cuando eramos estudientes. Eso nos hacía sentir mal. Las conferencias son ineficaces, incendiarias o dañinas. Mantenga los mensajes correctivos breves y sencillos.
Por ejemplo, en lugar de:
«Francisco, has salió de nuevo sin tu mochila. ¿Dónde tienes la cabeza? Estabas hablando con tu compañero y no has prestado atención a lo que yo he dicho. Os he recordado a todos que tenías que coger vuestras mochilas antes de salir de clase. A veces pienso que perderías la cabeza si no estuviera unida a tu cuello»
Esto es lo que escucho Fran: bla, bla, bla, bla, bla, mochila, bla bla bla…
Prueba utilizar únicamente: ¡Francisco, tu mochila!
Esta técnica evita: avergonzar, imagen negativa de si mismo, rabia…
Las declaraciones breves motivan a los alumnos a:
-pensar en la información importante
-identificar el problema
-diseñar una solución
-ejercer su propia iniciativa y resolver el problema.
Respuestas repetuosas si queremos alumnos respetuosos. Este tipo de problema lo tenemos constantemente en las aulas y es importante aprender a gestionarlo. Muchos alumnos con TDA-H olvidan materiales, se les caen, prestan atención a otras cosas… y estan en nuestras aulas. Fortalecer su autoestima y enseñarle a autorregular su comportamiento es importante.
DAR INFORMACIÓN
La forma en que damos información es muy importante. Aquí algunas ideas.
Por ejemplo, en lugar de:
¡Tapa del rotulador!
¡No toques la planta!
¡No se pinta en la mesa!
Podemos decir:
Los rotuladores dejan de funcinar si pasan un tiempo sin tapa, cuando queramos usarlo otro día no funcionará.
«Me alegro que te hayas dado cuenta de que tenemos una planta nueva en clase. ¿Es bonita verdad? Sus hojas son muy delicadas, si las tocamos se pueden romper».
«Si queremos estar en una clase limpia tenemos que cuidar nustros espacios. Cuando veamos que hay algo sucio podemos coger una toallita y limpiarla, muchas veces también la mía se ensucia y la limpio. Así nuestas mesas estarán como nuevas cuando termine el curso. Seguro que los alumnos mayores están cuidando también sus mesas para vosotros el próximo curso».
ENVIAR UNA NOTA
Dar una nota escrita tiene un gran impacto en nuestros alumno porque no las suelen recibir. Pueden ser eficaces para cortar rápidamente un comportamiento o mantenerlo.
Algunos ejemplos:
-Estela, recuerda levantar la mano si quieres intervenir en el aula.
-Quedan 15 minutos para terminar la clase, estoy segura que te dará tiempo a terminar.
– Estoy muy orgullosa ti, has recogido toda la mesa.
– Gracias por hablar tan educadamente hoy. Da gusto tenerte como alumno.
Agradecer a nuestros alumnos o hijos es importante si queremos que sean agradecidos. Hablarles educadamente si queremos que sean educados. Confiar en su capacidad si queremos que sean capaces. Está en nuestras manos cambiar nuestras prácticas.
Te agradezco enormemente esta entrada, porque tengo un grupo de segundo q me está dejando sin recursos respecto a este tema. En tu blog ¿tienes más entradas sobre cómo mejorar el clima de clase y conseguir mejorar así el día día de todos?
Gracias por ayudarnos tanto al compartir tanto trabajo y esfuerzo.
Muchas gracias Ana, igual estas te pueden dar también orientaciones:
http://www.aulapt.org/2016/11/21/20-maneras-dar-retroalimentacion-alumnos/
http://www.aulapt.org/2016/05/17/diez-consejos-%EF%BF%BCpara-manejo-la-clase/
Estas ideas se desarrollan en un libro que creo que se llama «Cómo hablar para que tus hijos te escuchen y cómo escuchar para que tus hijos hablen«. Vienen muchos ejemplos y viñetas tipo cómic. Muy útil para tratar con niños/as.
Muchas gracias Raquel, no conozco el libro pero agradezco que des fuentes donde poder formarnos más en un tema tan importante. Un saludo.
Muchas gracias me gusta educar con amor y que todo el gremio nos podamos informar de como hacer consientes algunos detalles para mejorar nuestros metodos de enseñanza en el aula, los cuales estoy segura que sirven para la vida en general. Amo ser educadora y lo mejor es hacerlo siempre de corazón, tratar a todos como nos gusta que nos traten.